María Jesús Montero explota el filón del acento andaluz para atacar a Juanma Moreno: «Piensan que somos analfabetos»
La secretaria general del PSOE andaluz insiste en que el Gobierno regional del PP no le ha escuchado «defendernos a las mujeres, a las que nos critican más por nuestro acento»
María Jesús Montero contesta a Díaz Ayuso: «En Andalucía nos vestimos de faralaes o nos ponemos bata de cola si queremos»
Dicen los filólogos que no existe un acento andaluz, uno que prevalezca sobre el resto, sino las hablas andaluzas. Pero poco importa eso a María Jesús Montero, que necesita iconos y consignas para voltear las encuestas. La secretaria general del PSOE andaluz cree haber encontrado un filón en su acento andaluz y lo está exprimiendo al máximo para desgastar al presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), tan andaluz como ella —aunque naciera en Barcelona porque sus padres emigraron—.
La secretaria regional del partido se ha subido a esa ola para presumir de andalucismo y no desea bajarse. Le ha parecido un buen hilo argumental para erosionar a un PP que gobierna Andalucía con mayoría absoluta, aprovechando el flaco favor que le están haciendo otros dirigentes del partido conservador sacando a relucir ciertos tópicos y estereotipos. Por eso Montero este domingo siguió erre que erre con el asunto.
Juanma Moreno «tampoco nos defiende nunca cuando en otras partes del PP piensan que somos de segundo nivel, gente analfabeta, gente que, según decía esta semana, estaba yo de faralaes y con bata de cola», se quejó durante su intervención en la apertura del Congreso del PSOE de Córdoba. Es la segunda vez que esgrime este arma para atacarlos en las últimas 48 horas.
De fondo, la metedura de pata con la presunción de inocencia
Días antes, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, compañera de partido del mandatario andaluz, se la había dejado botando al asegurar que «la que se fue a Sevilla, y va a perder su silla, se puso el otro día una camiseta de faralaes y se vino arriba con la bata de cola». El objeto de la ocurrencia era criticar a la sevillana por cuestionar la presunción de inocencia tras la sentencia absolutoria por agresión sexual para el futbolista Dani Alves.
En Andalucía «nos vestimos de faralaes si nos queremos vestir de faralaes, y nos ponemos bata de cola si queremos ponernos bata de cola», le respondió el viernes en otro congreso del PSOE, el de Almería, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, para más señas nacida en el sevillano barrio de Triana, cuna del baile y del cante. «Me visto de faralaes, como ellos dicen, o de flamenca o de gitana, como decimos nosotros», insistió la dirigente andaluza. «Seguiremos defendiendo cómo hablamos, cómo sentimos, cómo nos vestimos y cómo pensamos», prosiguió en el congreso qu eligió al equipo de la secretaria del PSOE cordobés, Rafi Crespín.
La líder del PSOE ha visto en el «orgullo» del acento una oportunidad para predicar un «nuevo andalucismo» frente a los que «se quedan en la espuma, en el folclore». «Hay que tener ganas y ambición de ejercer el autogobierno porque ser andalucista no consiste en envolvernos en la bandera, no consiste en cantar muy bien el himno», reprochaba al presidente de la Junta.
El «nuevo andalucismo» del PSOE
El nuevo «andalucismo» que pregona Montero consiste en «tener la capacidad justamente de utilizar esa normativa, eso que los andaluces depositaron en nosotros para desarrollar la totalidad de nuestra competencia».
Montero regresa al guion monocorde pero dándole una vuelta de tuerca feminista. Así, insinuó que desde el PP atacan por su acento a las mujeres, sin reparar en la paradoja de que han sido mujeres las que la han criticado. La última ha sido Isabel Díaz Ayuso y hace unos meses fue la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre quien imitó su habla. «No he escuchado nunca al Gobierno andaluz combatir los estereotipos que tenemos los andaluces más allá de Despeñaperros. No he escuchado nunca al Gobierno andaluz defendernos, sobre todo a nosotras las mujeres, nos critican más por nuestro acento», coreó como un mantra.
«Nos sentimos muy orgullosas de hablar en andaluz, de representar la cultura, la identidad de nuestra tierra. No tenemos ningún afán en disimular ni el ceceo ni el seseo ni las eses finales ni las intercaladas, que hablamos como sentimos, como nos expresamos, fruto de un pueblo trabajador que sabe a dónde va, que tiene orgullo de raíces», proclamó para levantar las ovaciones de los delegados del PSOE.
Raíces. Quédese con esta palabra. La popularizó el conocido anuncio de Cruzcampo protagonizado por una Lola Flores, ‘resucitada’ para la ocasión con la tecnología de inteligencia artificial ‘deepfake’. Montero no es La Faraona aunque ambas reivindiquen las raíces y el acento andaluces. Nunca una bata de cola ha dado tanto juego político.
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